La enfermedad renal ya está reconocida en sí misma como un factor independiente de riesgo cardiovascular. De hecho, hasta la mitad de los pacientes renales crónicos fallecen por eventos cardiovasculares, como puede ser un infarto o un ictus.
En el Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular y el Día Mundial del Riñón desgranamos qué otros aspectos tienen en común estas dos enfermedades.